jueves, diciembre 31

30 de diciembre

Se apagaron doscientas luces.
Así, de golpe.
Doscientas luces jóvenes
que iluminaban de porvenir.
¿Qué hubiesen sido ustedes?
Obreros,
soldados,
militantes,
doctores,
cartoneros,
huérfanos,
viudos.
Lo cierto es que ese día
les robaron la oportunidad.

Se apagaron doscientas luces
inconsolables.
Doscientas velas que ardían
de sueños, deseos y lucha.
Algunos dijeron:
alta tensión,
irresponsabilidad,
media sombra,
corrupción,
música diabólica,
jóvenes peligrosos,
negros de mierda,
drogadictos.
Yo les digo
(aunque, ¡ay! ya no escuchan)
que los poderes de siempre se dieron una panzada,
el banquete caníbal donde el plato maestro del Chef
eran ustedes.

¡Vigilen bien a estos jóvenes!
Porque vivos o muertos,
con el dolor para los que quedan
hoy somos muchos más
y no nos vamos a someter
nunca.