lunes, octubre 26


Y así, sin saber muy bien cómo, llegamos al principio...

Aunque de todos modos todavía no tenemos ni la menor idea de lo que es el principio. La imagen, muy ilustrativa, pertenece a Alex Grey; pintor contemporáneo que piensa que se puede alcanzar el universo místico a partir de las artes plásticas.

Es un objetivo muy noble por parte del arte. Muchas veces se confrontan varios aspectos del arte: la realidad "estética" versus la realidad "ética". ¿Existe una ética en el arte? Esto es motivo eterno de discucsión; hay quienes creen que el arte sólo provee belleza, y mientras se siga la regla de oro de la estética griega eso va a encajar bien dentro de nuestra visión del arte. Pero hay también quienes consideran a la belleza como aquello que "mueve" o motiva al que mira, y en ese sentido el arte en sí mismo no vale para nada.

No me voy a olvidar nunca la historia de Rodin. Rodin es un escultor francés del siglo XIX, que siempre esculpe hombres y mujeres hermosos. Un día aparece en francia una escultura suya muy famosa, de un hombre con la nariz partida. Ante el rechazo que generó esa obra Rodin se mantuvo firme en su posición de hacer un arte con función social.

En fin, independientemente de todo esto, lo cierto es que el arte puede servir a funciones más nobles que a sí mismo. Yo creo que el arte es creación, y la necesidad del hombre de hacer arte proviene de la necesidad de ser él mismo Creador: nosotros tomamos un pedazo de nada y lo condenamos a la existencia, así como hicieron con nosotros mismos. Por supuesto que nuestra obra es un poco más imperfecta... O quizás no.

Alex Grey nos ilustra muy bien éste problema. ¿Cómo es posible que de una catarata biológica podamos haber amanecido nosotros a esta realidad? ¿Cómo podremos alcanzar el universo esperitual que tanto anhelamos? Hay que buscar conectarse con esa otra realidad, esa realidad que existe dentro de cada uno de nosotros. Nosotros nos preocupamos demasiado por el "afuera", mientras quizás deberíamos mirar un poco más seguido adentro nuestro.

Mientras tanto, sigamos navegando los mares de lo imposible.

jueves, octubre 22

Si Volvieran los Dragones...
...Robin Hood, las amazonas, Marco Polo, Nosferatu, Garcilaso, Casanova, Buster Keaton, Mata Hari, Don Quijote, Macedonio, Moby Dick, los bucaneros, Nostradamus, Celedonio, Sargent Pepper, Goyeneche, Sitting Bull, La violetera, Janis Joplin, Doctor Jekyll, D'Artagnan, la primavera, el Cantar de los Cantares, Greta Garbo, el Tempranillo, Babilonia, Julio Verne, Camarón, los conventillos, gulliver, Sierra Maestra, Bonny and Clyde, La Magdalena, Camelot, los alquimistas, Atahualpa, Bonavena, la tetona de Fellini, Bakunin, las ilusiones, Espartaco, Mesalina, las cigüeñas, los bufones, si volvieran los dragones...

sábado, octubre 10

A Ecc0;

Te sumergiste en los mares de lo imposible
navegaste contra las olas de la derrota
luchaste contra los tiburones del absurdo
y nos dejaste, al final, un eco:
quizás nada es inútil, quizás estemos para algo.
Vos estuviste, y por eso te rendimos tributo.

Lo infinito es inescrutable

sábado, agosto 8

Te estás equivocando
No puedes seguir ignorando que el mundo sea otra cosa
y volar
como mariposa...

miércoles, julio 15

Mis lágrimas son gotas de tinta
pequeñas pero visibles,
delicadas pero insensibles
pues no son mías.

Ellas no acuden cuando les grito
ni se esfuman cuando lo ordeno
pues no son mías
nunca lo fueron

Desatan con violencia de palabras
los fuegos , los cielos, el hielo, el infierno
por ellas lloro
y con ellas muero

Sordas tienieblas de fantasía
sueños de día
pálido insomnio de noche
ojos vacíos que no me miran

En ellas decido ahogarme
y ellas me ahogan;
pero las quiero
son mis amigas
siempre lo fueron

'Gotas', Gallego Erra Díaz

miércoles, junio 24

Y ahí donde todo se termina, aparecemos nosotros... ¿no es cierto?

Allí estábamos, justo donde todo se terminaba... Nos encaminábamos, despreocupados, quizás hasta un poco satisfechos de nuestra desición. Creíamos que lo habíamos visto todo, que lo habíamos conocido todo, y entonces no había más necedidad de seguir estando. Por eso nos íbamos, y sabíamos, o por lo menos pensábamos que no había nada detrás.

Lo cierto es que donde esperábamos no encontrar nada nos encontramos con un mundo totalmente nuevo. Nuevas cosas que ver, nuevas artes que dominar, nuevos sentidos que explorar, nuevos misterios que desentrañar, o más bien ir desentrañando... Me sería muy difícil ocultarles nuestro desconcierto ante la vorágine de objetos, de sensaciones, nuevos seres ignotos que habían allí donde no esperábamos encontrar nada. Incluso nos sorprendimos a nosotros mismos de la insólita alegría que sentimos cuando vimos todo esto...

¡Qué suerte que nos equivocamos!