lunes, enero 25

Inercia

Pateo mi ciudad
con esa inercia,
castigo mi trabajo
sin apuro,
hace rato (claro)
que no encuentro
mi lugar, mi leitmotif,
mis convicciones.

Rodeo mi futuro
de certezas
cuando gané (y perdí)
me confundí.
No tengo más destino: soy un yenga
que se cayó hace mucho,
desarmado,
para no enfrentar más
cavilaciones.

Y entonces venís Vos
rara,
loca,
ángel,
genia y puta,
ritual y misterio,
artista,
ansiosa.
Y entonces venís Vos
encendés mis sentidos,
retorcés,
me devolvés algo de una deuda
que pensé, hace mucho,
abandonada;
que asumí, hace rato,
fracasada.

Pero, ¡ay! de que pienses
que algo vuela
que otro día
que algún sueño
que uno cambia.

El tiempo trajo consigo su guadaña
los proyectos se mataron en el ring
funesto, cruel estadio, mi baluarte,
queda ahí mi vida, desalmada,
fiel a su principio básico:
seguir.

Y así y todo no deja
de ser genial.

Un poco, al menos.

No hay comentarios: