pequeñas pero visibles,
delicadas pero insensibles
pues no son mías.
Ellas no acuden cuando les grito
ni se esfuman cuando lo ordeno
pues no son mías
nunca lo fueron
Desatan con violencia de palabras
los fuegos , los cielos, el hielo, el infierno
por ellas lloro
y con ellas muero
Sordas tienieblas de fantasía
sueños de día
pálido insomnio de noche
ojos vacíos que no me miran
En ellas decido ahogarme
y ellas me ahogan;
pero las quiero
son mis amigas
siempre lo fueron
'Gotas', Gallego Erra Díaz